viernes, 10 de agosto de 2012

VISUALIZA LO QUE QUIERES


Facilitador:  

Fernando Sánchez




"Tú nunca conseguirás alcanzar aquello que quieres... Tú solo lograrás  alcanzar aquello que puedas visualizar claramente".

-Zig Ziglar-

 

 

  

La visualización desempeña un elemento fundamental en el funcionamiento de nuestra mente y en construir mentalmente aquello que deseamos lograr en nuestra vida. Y  la claridad de visualizar nuestros sueños y metas,  como si ya lo hubiésemos alcanzado.

 

Este proceso comienza  con tu diálogo interno, los pensamientos, ideas y palabras, son traducidas a imágenes antes de que el cerebro pueda interpretarlas; imágenes que tienen un gran poder sobre nuestras emociones, nuestras acciones y nuestro organismo.


 

Científicamente está demostrado que el cerebro es incapaz  de distinguir entre una experiencia real y una experiencia vivamente imaginada. Tu cerebro piensa en imágenes y este poder de transformar las palabras en imágenes que logran afectar tus funciones fisiológicas, tus emociones y tus acciones, lo puedes utilizar para edificar tu éxito o para construir tu fracaso.


 

Pero también nos presenta una importante responsabilidad, el prestar atención a las imágenes que puedan estar dibujando las palabras que utilizamos. Recuerda que tu diálogo interno puede convertirse en tu mejor aliado o en tu peor enemigo.

 

La persona promedio habla consigo misma, ya sea mentalmente o en voz alta, un total de catorce horas diarias. Esta es una forma de programar y reprogramar nuestra mente,  de formar opiniones acerca de nosotros mismos, de nuestro potencial o de nuestras debilidades. 


Sorprendentemente el 80% de este diálogo interno es negativo, pesimista, contraproducente y seguramente, nos impide utilizar nuestro verdadero potencial.

 

La gran mayoría de nosotros se encarga de sabotear su propio éxito con su diálogo interno. ¿Cómo?  Fácil, personas que se presentan a una entrevista de trabajo con la absoluta certeza de que no serán aceptados; vendedores que visitan a sus clientes, pero inconscientemente están seguros que serán rechazados. 


Personas que emplean gran parte de su día pensando en cientos de problemas que aún no han sucedido, repasando  mentalmente sus debilidades, recordando errores pasados y caídas; interiorizando falsas creencias acerca de su propio potencial. Comportamiento irracional que les mantiene en la mediocridad de la cual quieren salir.


 

Así que vale la pena detenernos a pensar,  qué clase de imágenes estamos dibujando en nuestra mente y en la mente de los demás con nuestro diálogo interno y externo. 

 

 

Tomado del Libro Mitos y Verdades sobre El Secreto  -

Autoría Dr. Camilo Cruz-

 



domingo, 8 de julio de 2012

GANAR LA CONFIANZA DE LAS PERSONAS


       Facilitador:  
Fernando Sánchez Muñoz
                          


La primera preocupación o miedo que tenemos cuando prospectamos es:


 ¿lograremos ganar la aceptación de las personas?






PRIMERA REFLEXIÓN

Observa  "qué hay en esa persona que puedas admirar sinceramente"



Dale Carnegie  habla en su libro "Cómo Ganar Amigos", dice que hay una Ley natural que permite tener incontables amigos y constante felicidad:  

la Ley es "Trata siempre de que la otra persona se sienta Importante". 



La razón es simple, porque el deseo de ser importante es el impulso más profundo que anima al carácter humano. 


El anhelo de toda persona es ser apreciado.









ACCIONES PARA QUE LAS PERSONAS SE SIENTAN IMPORTANTES



- Felicítales por sus éxitos

- Dales las gracias por los favores

- Habla bien de ellos y de sus logros, delante de los demás

-Nunca hables mal de nadie a sus espaldas

-No comentes a otros sobre sus defectos








SEGUNDA REFLEXIÓN





Si quieres la aprobación de todos aquellos con quienes entras en contacto,  

se caluroso en tu aprobación y abundante en tu elogio. 



Se preguntarán: Cuándo? Dónde?  Cómo?  La respuesta:  en todas partes y con todo mundo.









TERCERA  REFLEXIÓN







Apliquemos el aprecio por los demás,  apoyados en frases como: 

"Gracias por tu ayuda..."  "lamento molestarte",   "tendrías la bondad de...",   "quieres hacerme el favor de...",   tendrías la gentileza...",  o simplemente  "gracias"





Dale Carnegie habla de seis maneras de demostrar el aprecio y gustar a la gente




1. Interésate auténticamente en los demás.

2. Sonríe siempre.

3. Recuerda que el nombre de una persona es para ella el sonido más dulce y más importante que puede escuchar.

4. Se un buen oyente, alienta a los demás a hablar de sí mismos.

5. Habla siempre de lo que le interesa al prójimo.

6. Haz que la otra persona se sienta importante y hazlo sinceramente.




"
 Habla a las personas de ellas mismas "







CUARTA REFLEXIÓN


 
 



NADA HAY QUE MATE MÁS LAS AMBICIONES DE LAS PERSONAS COMO LAS CRÍTICAS



No criticar. Si criticas a alguien lastimas su orgullo y lo pones a la defensiva. 

La principal necesidad de cualquier persona es tener una buena imagen de sí misma. Si la criticas, lesionas esa necesidad y despiertas su resentimiento.



¿Conoces a alguien a quien desearías cambiar y mejorar?

Emplea esa energía en mejorarte y cambiarte a ti mismo.  Es mucho más provechoso y menos peligroso.


Al tratar con la gente, ten presente que no tratas con criaturas lógicas, sino dominadas por sus emociones, llenas de prejuicios e impulsadas por actitudes irracionales como el orgullo y la vanidad.



En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. 



Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica y de ello surge: 
la simpatía, la tolerancia y la bondad.





En el hogar es donde más debemos practicar la diplomacia:   "Hacer Sentir Importante a la Persona"



Empecemos a usar el  "aprecio" en casa, tu cónyuge, hijo o hija o las personas que viven contigo deben tener alguna buena cualidad. 




Jesus dijo:  "haz al prójimo lo que quieras que el prójimo te haga a tí"  

 
Camilo Cruz dice:  "trata a las personas como ellos quieren ser tratados"



















sábado, 21 de abril de 2012

SABER PREGUNTAR Y ESCUCHAR


                                
  Facilitador 
Fernando Sánchez


¿Sabes escuchar?


"Seguro que tú valoras que los demás 
te presten atención cuando hablas"






Respóndete estas preguntas

•  ¿Hablas simultáneamente con los demás?

•  ¿Interrumpes a los demás cuando están hablando?

•  ¿Sacas conclusiones antes de que otra persona termine de     hablar?



"Si contestaste de forma positiva 
a estas preguntas,
 necesitas mejorar tu capacidad
para escuchar"




Cómo actúan quienes no saben escuchar?




Mala predisposición para escuchar

• Las personas que no saben escuchar interrumpen al que está hablando.


Ejemplo
El que habla dice: 
"Los hechos muestran que..." 

El que escucha, responde:  
“Eso realmente no tiene importancia…”


Las personas que no saben escuchar interrumpen al orador. Utilizan las ideas que la otra persona dijo y expresan sus propias ideas.

Ejemplo:  

El que escucha, responde:
“Pero claro, ya lo sé. Fíjate lo que me pasó a mí en la misma situación…”.


• Las personas que no saben escuchar expresan sus propias ideas sin evidenciar en absoluto haber escuchado lo que la otra persona dijo.


Ejemplo: 

El que habla, dice:    “Me siento sumamente agotado y estresado”

El que escucha, responde:    “¿Has visto mis llaves?”.



"Saber escuchar es una habilidad
para comprender lo que 
la otra  persona dice, 
obteniendo un aprendizaje"



¿Qué significa escuchar activamente?


Las personas no siempre dicen lo que piensan. Aprender a mejorar la capacidad para escuchar puede incrementar enormemente la comunicación. 


Escuchar activamente es escuchar más allá de las palabras para comprender el mensaje sobreentendido. Quienes poseen esta capacidad pueden detectar y reflejar los sentimientos que le confiere energía emocional al habla.



Escuchar activamente


• Concentra tu atención en el orador y en el tema.

• Recuerda que estás allí para ser el que escucha y no para ofrecer tu opinión.

• Presta atención al lenguaje corporal y expresiones faciales del orador para detectar       sus verdaderos sentimientos.

• Utiliza frases alentadoras. Estas oraciones expresan interés y hacen que la persona   continúe hablando.


Ejemplo: 
El que escucha, responde:

 “Cuéntame más…”, “Eso parece interesante…”, 
“¿Cuándo sucedió…?”


• El que escucha aguarda hasta que el orador realiza una pausa, como si esperara alguna respuesta de su parte. El que escucha pronuncia una frase que describe el sentimiento que captó. \


Ejemplo: 
El que escucha responde,

“Tú dices que…”, “Tú sientes que…”, 
“Si te entiendo bien, te sientes así con respecto a esta situación…”


• El que escucha aguarda hasta que el orador finalice y repite el contenido que escuchó, con sus propias palabras.


Ejemplo: 
El que escucha responde,

“Es decir que has decidido…”, 
“Estas parecen ser las ideas clave expresadas…”


• Realiza la menor cantidad de preguntas. Bríndale al orador la oportunidad de reflexionar sobre la pregunta antes de responder. Intenta realizar preguntas que permitan al orador sacar sus propias conclusiones.


Ejemplos:
El que escucha responde,
 
“¿Cómo?”, “¿Qué?”, “¿Podría?”, “¿Sería?”, “¿Es?”, “¿Está?”, “¿Son?”, “¿Están?”.



• Utiliza respuestas confirmativas. Estas expresiones reúnen ideas y hechos, y establecen las bases para un mejor entendimiento

Ejemplos:
El que escucha responde,

 “Hum…”, “Sí…”, “Correcto…”, “Seguramente…”.



Saber escuchar va más allá de las palabras utilizadas cuando escuchas. Los que escuchan activamente se comunican sin interrumpir y utilizan el lenguaje corporal para demostrar atención e interés.




Cómo escuchar activamente?



• De vez en cuando, asienta con la cabeza para demostrar que estás de acuerdo con lo que dice el orador


• No cruces los brazos. Esto puede interpretarse como una señal de negatividad u hostilidad


• Mira a los ojos

• Sonríe en forma alentadora

• Inclínate levemente hacia adelante

• Bríndale espacio a la persona que habla




Comunicación  Correcta


Todos conocemos y podríamos citar en teoría cuáles son los principios básicos para lograr una correcta comunicación, pero, frecuentemente nos olvidamos de ellos. 


Algunas de las estrategias que podemos emplear son tan sencillas como las siguientes:



La escucha activa


Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. 



Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común y  compartir con los demás.


Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. 





¿Qué es la escucha activa?


"La escucha activa significa escuchar 
y entender la comunicación 
desde el punto de vista del que habla" 




¿Cuál es la diferencia entre Oír y Escuchar?

Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. 


La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. 


Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.



Qué facilita la escucha activa?



•Disposición psicológica, prepararse interiormente para escuchar. 
Observar al otro, identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.


•Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.)



Elementos a evitar en la escucha activa



•No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La curva de la atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua y vuelve a ascender hacia el final del mensaje.  

Hay que tratar de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje con el objetivo de que nuestra atención no decaiga.


•No interrumpir al que habla.

•No juzgar

•No ofrecer ayuda o soluciones prematuras


•No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: "no te preocupes, eso no es nada"


•No contar "tu historia" cuando el otro necesita hablarte


•No contraargumentar. 
Por ejemplo: el otro dice "me siento mal" y tú respondes "y yo también"


•Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad



Habilidades para la 
escucha activa


Mostrar empatía

Escuchar activamente las emociones de los demás es tratar de "meternos en su pellejo" y entender sus motivos. Es escuchar sus sentimientos y hacerle saber que "nos hacemos cargo", intentar entender lo que siente esa persona. 


No se trata de mostrar alegría, ni de ser simpáticos. Simplemente, que somos capaces de ponernos en su lugar. Sin embargo, no significa aceptar ni estar de acuerdo con la posición del otro. Para demostrar esa actitud, usaremos frases como: “entiendo lo que sientes”, “noto que...”.




Parafrasear
 
Este concepto significa verificar o decir con las propias palabras lo que parece que el emisor acaba de decir. Es muy importante en el proceso de escucha ya que ayuda a comprender lo que el otro está diciendo y permite verificar si realmente se está entendiendo y no malinterpretando lo que se dice. 


Un ejemplo de parafrasear puede ser: “Entonces, según veo, lo que pasaba era que...”, “¿Quieres decir que te sentiste...?”.



Emitir palabras de refuerzo o cumplidos 

Pueden definirse como verbalizaciones que suponen un halago para la otra persona o refuerzan su discurso al transmitir que uno aprueba, está de acuerdo o comprende lo que se acaba de decir. 



Ejemplos: 

"Esto es muy divertido"; "Me encanta hablar contigo" o "Debes ser muy bueno jugando al tenis". 

Otro tipo de frases menos directas sirven también para transmitir el interés por la conversación: "Bien", "umm" o "¡Estupendo!".



Resumen: 

Mediante esta habilidad informamos a la otra persona de nuestro grado de comprensión o de la necesidad de mayor aclaración. Expresiones de resumen serían:

•"Si no te he entendido mal..."
•"O sea, que lo que me estás diciendo es..."
•"A ver si te he entendido bien...."



Expresiones de aclaración 

•"¿Es correcto?"
•"¿Estoy en lo cierto?"


Aspectos que mejoran la comunicación



•Al criticar a otra persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. 

Las etiquetas no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de lo que es una persona sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. 
Eres un desastre"


Mientras que hablar de lo que hace sería: 
"te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas".



•Discutir los temas de uno en uno, no "aprovechar" que se está discutiendo. 

Por ejemplo: sobre la impuntualidad de la pareja, para reprocharle de paso que es un despistado, un olvidadizo y que no es cariñoso.



•No ir acumulando emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.



•No hablar del pasado. Rememorar antiguas ventajas, o sacar a relucir los “trapos sucios” del pasado, no sólo no aporta nada provechoso, sino que despierta malos sentimientos. 

El pasado sólo debe sacarse a colación constructivamente, para utilizarlo de modelo cuando ha sido bueno e intentamos volver a poner en marcha conductas positivas quizá algo olvidadas. 

Pero es evidente que el pasado no puede cambiarse; por tanto hay que dirigir las energías al presente y al futuro.



•Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. 


Si por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja, no le digas únicamente algo así: “No me haces caso”, “Me siento solo/a”, “Siempre estás ocupado/a”

Aunque tal formulación exprese un sentimiento, si no hacemos una propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán.



Sería apropiado añadir algo más. Por ejemplo: “¿Qué te parece si ambos nos comprometemos a dejar todo lo que tenemos entre manos a las 9 de la noche, y así podremos cenar juntos y charlar?”




•Evitar las generalizaciones. Los términos "siempre" y "nunca" raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: "últimamente te veo algo ausente" que "siempre estás en las nubes". 


Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos, para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: 

“La mayoría de veces”, “En ocasiones”, “Algunas veces”, “Frecuentemente”. Son formas de expresión que permiten al otro sentirse correctamente valorado.




•Ser breve. Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente el planteamiento, no es agradable para quién escucha. Produce la sensación de ser tratado como alguien de pocas luces o como un niño. 

En todo caso, corre el peligro de que le rehúyan por pesado cuando empiece a hablar. Hay que recordar que: “Lo bueno es breve”




•Cuidar la comunicación no verbal. 

◦La comunicación no verbal debe ir acorde con la verbal . Decir " ya sabes que te quiero" con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho nada.



◦Contacto visual. Es el porcentaje de tiempo que se está mirando a los ojos de la otra persona. El contacto visual debe ser frecuente, pero no exagerado.



◦Afecto. Es el tono emocional adecuado para la situación en la que se está interactuando. Se basa en índices como el tono de voz, la expresión facial y el volumen de voz (ni muy alto ni muy bajo).



•Elegir el lugar y el momento adecuados. En ocasiones, un buen estilo comunicativo, un modelo coherente o un contenido adecuado pueden irse al traste si no hemos elegido el momento adecuado para transmitirlo o entablar una relación. 


Es importante cuidar algunos aspectos que se refieren al momento en el que se quiere establecer la comunicación:


◦El ambiente, el lugar, el ruido que exista, el nivel de intimidad...


Si vamos a criticar o pedir explicaciones debemos esperar a estar a solas con nuestro interlocutor.


◦Si vamos a elogiarlo, será bueno que esté con su grupo u otras personas significativas.


◦Si ha comenzado una discusión y vemos que se nos escapa de las manos o que no es el momento apropiado debemos utilizar frases como: 

“si no te importa podemos seguir discutiendo esto... más tarde”.




BIBILIOGRAFIA:
•DE LAS HERAS RENERO, Mª DOLORES Y COLS. Programa Discover. Junta Castilla y León.
•E. CABALLO, VICENTE. Manual de evaluación y tratamiento de las habilidades sociales. SIGLO XXI. 1999.
•GOLDSTEIN ARNOLD. Habilidades sociales y autocontrol en la adolescencia. SIGLO XXI. 1999.
•LUENGO MARTÍN, Mª ÁNGELES Y COLS. Construyendo la Salud. MEC.
•MARTHA DAVIS, MATTHEW MCKAY. Técnicas de autocontrol emocional. MARTÍNEZ ROCA. 1998.
•VALLÉS ARANDIGA A. Y VALLÉS TORTOSA C. Programa de refuerzo de las habilidades sociales III.